El verano es una de las épocas más peligrosas para nuestros móviles y, puesto que los smartphones nos acompañan en todo momento, debemos tener especial cuidado. El sol y el calor, el agua, la arena o, incluso, un uso excesivo, pueden suponer un peligro para nuestro teléfono inteligente. Por eso, os traemos una serie de consejos para evitar cualquier accidente y para proteger el móvil como es debido.
Las altas temperaturas veraniegas son uno de los principales peligros para los smartphones. El calor y sol pueden recalentar la batería y dañarla, así como una exposición al sol puede estropear igualmente la pantalla. Por tanto, no dejes tu móvil expuesto al sol y procura guardarlo en el fondo de tu mochila o bolso y, si es posible, envuelto en alguna toalla y cerca de algún refresco o algo frío.
Por otro lado, descarta dejar tu smartphone en el coche puesto que la temperatura en su interior puede llegar a los 60º. Para evitar que caliente excesivamente, lo mejor es liberar nuestro móvil de las fundas (especialmente si no se trata de fundas oficiales) porque muchas veces las fundas bloquean los orificios por los que el smartphone se enfría.
Otro factor de riesgo para los móviles en verano, es la arena de la playa. Desde rayones o rozaduras en la pantalla hasta llegar a inutilizar los botones del móvil (si se trata de un smartphone o móvil con botones). Además también puede obstruir los orificios principales del aparato, como el de los auriculares o el del adaptador de carga de batería. Por ello, recomendamos el uso de protectores de pantallas que evitan este problema.
Por otro lado, el agua de la playa o de la piscina pueden dejar nuestro móvil totalmente inutilizable. Hay que evitar cualquier contacto con el agua así como tener cuidado con la humedad, puesto que pueden causar graves problemas en el funcionamiento interno del smartphone. En caso de contacto con el agua, debemos retirar inmediatamente la batería y desmontar el móvil (en el caso de un móvil con batería extraíble) e introducir el teléfono en un cuenco con arroz y dejar que el arroz absorba el agua durante dos días o tres. En ningún caso encender el móvil hasta que no hayan pasado estos días.
Si nuestro presupuesto lo permite, recomendamos adquirir las llamadas fundas herméticas. Estas fundas de plástico se cierran de forma hermética, impidiendo que el agua, la arena u otros elementos como cremas y aceites, estropeen nuestro dispositivo. Las fundas herméticas permiten manipular la pantalla de nuestro smartphone así como sumergirlo el agua.
Respecto al uso de nuestro teléfono inteligente, hay muchas aplicaciones que pueden recalentar de manera excesiva el dispositivo. Por tanto, siempre que estemos fuera de casa, debemos evitar el uso de aplicaciones de videojuegos así como las aplicaciones que consumen muchos datos y que recalientan el terminal como por ejemplo YouTube o el GPS. La cámara también es otra de las aplicaciones que acapara muchos recursos del smartphone.
Por último, debemos tener en cuenta que la carga de la batería de nuestro teléfono inteligente es uno de los momentos en los que el móvil alcanza mayor temperatura. Por tanto, debemos evitar usar el teléfono mientras que lo estemos cargando (lo que debería hacerse también el resto del año pero con mayor motivo en verano).