La revolución del Escritorio Virtual

VDI

Gracias a la crisis del COVID19 las empresas han evolucionado rápidamente y se orientan a un sistema semipresencial, dónde las oficinas dejarán de tener puestos fijos y pasarán a ser un espacio casi social. Se necesitan nuevas soluciones que resuelvan los problemas que el nuevo modelo híbrido implica.

La primera dificultad a la que se enfrentan las empresas es que el portátil no soluciona la explosión de movilidad que los nuevos puestos de trabajo requieren. El teletrabajo ha llegado para quedarse, permitiendo al empleado ejercer desde casa, segundas residencias…compaginando ciertos días trabajando desde la oficina de forma presencial. 

En este ir y venir, el portátil es incómodo de llevar, se puede olvidar, romper o incluso pueden robarlo, con la consiguiente pérdida de información esencial, brecha de seguridad y trastorno para la empresa y el trabajador.

Un Escritorio Virtual es un “ordenador personal” alojado en la nube, con un entorno Windows o Linux, al que puedes acceder desde cualquier dispositivo con acceso Internet.

Con VDI puedes usar tus aplicaciones y documentos del trabajo, desde el portátil que tengas en casa, desde un ordenador cualquiera de la oficina, incluso desde una tablet o un móvil. Si el portátil que normalmente usas para trabajar se rompe, no pierdes la información nunca. Este sistema ofrece a los empleados independencia y comodidad y a las empresas les aporta la seguridad de que la información va estar siempre disponible y segura.

Al ser un servicio en la nube y en pago por uso es muy flexible, ya que permite ampliar y reducir puestos de trabajo siempre que se necesite.

¿Estos problemas no se solucionan usando el acceso de escritorio remoto al ordenador de la oficina?

En parte sí, pero esto requiere tener físicamente un ordenador encendido permanentemente. También requiere que exista alguien físicamente de mantenimiento en caso de que el ordenador se apague accidentalmente. Los ordenadores de sobremesa no están pensados para estar encendidos 24 horas, pueden recalentarse o sufrir un corte de luz en la oficina y apagarse, ¿Cómo va a poder el trabajador desde su casa o su segunda residencia encender el ordenador para seguir trabajando? 

Teniendo en cuenta, además, que si se estropea dicho ordenador se sigue perdiendo toda la información.

Con VDI contratar a un nuevo trabajador ya no implica tener que comprarle un potente ordenador, sólo requiere un dispositivo con unos requisitos mínimos, ya que todos los procesos de los programas se ejecutan en la nube.

Las empresas comienzan a prepararse para la era post-covid, en la que la eficiencia y la movilidad van a ser esenciales. El VDI ofrece unas ventajas evidentes para conseguir estos objetivos. La digitalización de los puestos de trabajo ya no es una opción, sino una obligación para seguir siendo competitivos. Los modelos semipresenciales ganan fuerza, en los que el trabajador mantiene las relaciones sociales con sus compañeros, la sensación de pertenencia a un objetivo común y a su vez la comodidad de trabajar desde casa.

Verónica Tapia,

Visual Designer en LCRcom